martes, 27 de septiembre de 2011

XXIX.

Pudiste ser un país del primer mundo.
Sin embargo, te negaron el cielo cargado de bombas y promesas.
Te negaron las fronteras y la ubicación exacta de tus puntos cardinales.
Silenciaron el estruendo de cañones y los gritos que anticipan la caída.

Hoy se escucha un lamento humilde porque volves a sentirte islote.
Siempre al borde de la historia.
De los desterrados siempre mucho más cerca.

1 comentario:

  1. Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
    Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
    Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.

    Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.

    JOHN DONNE

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